Burrolandia

No esperes lujos ni instalaciones de foto. Burrolandia es lo que es. Disfrutar de unas horas de campo a las afuras de Madrid. Ver y conocer cómo viven una comunidad de Burritos. Muchas veces los que vivimos en grandes ciudades olvidamos este tipo de planes tan necesarios cuando tenemos niños: que se acercen a la naturaleza y a los animales en su propio hábitat. Que disfruten del ambiente rural, aunque sólo sea por una mañana.

El recinto abre al público sólo los domingos por la mañana y os aseguro que es un plan de lo más divertido. Y además GRATIS. Se puede pedir más?

La asociación que cuida a estos animales intenta fomentar la relación entre el niño y los animales. Dan una pequeña charla en la que cuentan cómo viven, les cuidan y quiénes son. Y proponen algunas actividades: una de ellas montarse en un antiguo carromato tirado por los burritos.

Este terreno está dedicado al cuidado y cría de los burros, en esta labor emplean su tiempo un alicantino jubilado (según creo recordar) y un ejecutivo madrileño, que una vez llega a casa, se deshace de su traje y se enfunda en la ropa más cómoda para ir a ver que se necesita en el cuidado de estos burros.

También hay otros animales como pavos reales, gallinas, gallos, perros...

En ayuda para su cuidado, algunas empresas alimenticias, cómo bimbo, dan bollería, pero también alquilan la finca para la preparación de eventos como son los cumpleaños infantiles.

La finca conserva un chamizo con viejos aperos, y fotos de tiempos anteriores, que son enseñados a las visitas gratuitas de los domingos. Estas visitas son gratuitas, el dinero que proporcionan, es debido a la venta de jabón y caramelos de leche de burra.

Además tienen otros animales como versos, gallos, gallinas, ovejas, caballos, etc. por 2,50€ puedes comprar un cubo con comida para poder alimentar a los animales.

Hemos ido hoy en un viaje organizado por el AMPA del cole y nos han abierto las instalaciones para nosotros solos. Nos lo hemos pasado genial.

Un plan estupendo para que los niños tengan contacto con burros y con los demás animales que hay allí. Les cepillan, les dan de comer, paseo en carro tirado por un burro. Todo muy bien organizado, cada grupo con un monitor y se iba rotando por las distintas actividades. Y luego, a comer en el merendero! Volveremos sin duda, porque ha sido una experiencia preciosa, divertida y diferente.

Aprovechando que hizo un día soleado y con temperatura agradable, aprovechamos para pasar una mañana en familia. Es fantástico ya que estando tan cerca de Madrid pasas un día en el campo. Los niños aprenden a conocer otros animales que no pueden ver en la ciudad, y los adultos tomamos conciencia de que los animales también sufren. Una pena ver que hay quien maltrata a animales indefensos.
No olvidéis zanahorias para los burros