El Iruña es uno de los cafés más populares y conocidos de Pamplona, en parte porque era donde Ernest Hemingway comenzaba sus jornadas interminables de bebida, ya que queda al lado del hotel donde se alojaba habitualmente en Pamplona. Hat dos salones, el del café principal, enorme, y uno más pequeño, con una barra donde hay una estatua a tamaño natural de Ernest con cara de pocos amigos.
Si vas a Pamplona no puedes dejar de ir al Café Iruña, todo un clásico, precioso por dentro con sus columnas y techo artesonado y sus lámparas, es como si estuvieses en otra época.
Sus pintxos también son muy buenos, el de tortilla muy bueno y un buen trozo y el de queso de cabra con cebolla caramelizada una delicia. Por su situación y glamour se podría pensar que es caro pero sus precios son muy correctos.
Muy bien situado en la Plaza del Castillo, tanto en su interior como en la terraza se puede disfrutar de un agradable momento.
Fui con mi pareja a probarlo porque vi que por aquí se comían buenas tapas. Hemos ido esta tarde-noche, los camareros muy amables tapas como podéis ver en las fotos buena pinta y riquísimas. Precio asequible lo recomiendo 100%.
Buscando un sitio para desayunar nos encontramos en la plaza del castillo un Café Iruña, donde recomendamos fervientemente las tostadas de bimbo con mantequilla... Te ayudará a recorrer con fuerza los rincones mas bonitos de Pamplona... El lugar, precioso!!! .
Este café del siglo XIX, es conocido por ser el escenario favorito de Pamplona en el que escribía Ernets Hemingway, y por ello le han dedicado un espacio a este afamado escritor estadounidense, el rincón de Hemingway. De esto modo también se promociona turísticamente la ciudad de los “San Fermines”.
Su fundación se remonta al año 1888, y como dato curioso cabe señalar que fue el primer establecimiento con luz eléctrica de Pamplona.
Se localiza en la Plaza del Castillo, un lugar con mucho ambiente de día y de noche. Cuenta con una enorme terraza. En su parte baja se encuentra el restaurante “El Rincón”, cuya especialidad es carne a la piedra.
Cuidado con lo que pedís en su terraza. 15 euros por dos cañas y un platín de calamares. Servicio nefasto. Camareros desbordados por el gentío. Estuve esperando 40 min a que me trajeran los calamares "de oro". Me tuve que ir sin probarlos, eso que me ahorré.
En cualquier otra terraza de la Plaza del Castillo se esta mejor, pero claro la fama es lo que tiene...
Totalmente desaconsejable ir a tomar algo a este sitio. Los camareros poco más que se burlaron de nosotros, nos mareaban a la hora de pedir.
Tras 20 min esperando nos atendieron y a malas maneras, dando contestaciones que dejan mucho que desear.
Soy de Pamplona de toda la vida y de verdad que el trato recibido, de los peores que recuerde. No recomiendo este sitio.
La atención es deficiente.
La experiencia en el café Iruña fue un desastre, el trato con su personal fue muy desagradable, desabrido diría yo. Mi recomendación: entra, hazte la foto que el local es hermoso y luego vete a otro lugar a tomar algo
Es un café muy acogedor donde puedes estar sentado tranquilamente con tus amigos charlando y degustando cualquiera de sus especialidades. Está en un sitio emblemático de Pamplona que te permite saborear cómo se vive. .
Estuve celebrando mi cumpleaños allí. Buen menú y no muy caro el sábado por la mañana y la verdad es que fuimos 5 mas de lo que esperabamos y nos hicieron sitio enseguida. Menos una camarera todo lo demás de diez
Nosotros también estuvimos unos sanfermines y es una experiencia realmente fabulosa. Está en el centro de Pamplona, en el centro neurálgico de la marcha nocturna de Pamplona. Los precios quizá son excesivamente caros.
Magnífico sitio, con mobiliario muy cuidado y trato señorial.
Estuve en la terraza muy bien atendido, productos de altísima calidad, se puede tomar un café o celebrar un acontecimiento.
El precio es alto pero merece la pena pagarlo.
