Algo apartado, pero merece la pena
Este bar se encuentra en la Calle Arquitecto Juan de Herrera, que es una de las perpendiculares a la Calle Real en Villanueva de la Cañada. Es un local que hace esquina pero está un poco apartado porque apenas se puede ver desde la Calle Real y no hay nada más que viviendas si seguimos por esa calle. Tiene justo al lado un Centro Médico y un restaurante chino.
Cuenta con cristaleras todo a su alrededor, por lo que está muy bien iluminado. Nada más entrar nos encontramos con una barra de gran tamaño en forma de L y pegadas a las ventanas una serie de mesas donde podemos sentarnos. Tiene una decoración muy especial, con lámparas de hierro forjado y todos los detalles muy bien cuidados. Incluso cuenta con un teléfono antiguo precioso y un piano al fondo que da gusto verlo.
Al fondo a la derecha nos podemos encontrar con una mesa de billar que está en el lugar idóneo porque queda apartado de lo que es el resto del bar y así no molestamos a nadie mientras que echamos la partida. También cuenta con una diana por si queremos jugar a los dardos, lo que convierte al lugar en un sitio perfecto para pasar la tarde con los amigos. El ambiente que tiene es bastante variado, siempre suele haber grupos jugando a las cartas, gente en la barra y en las mesas de diferentes edades,…
Los precios y la calidad de los productos que ofrecen no están nada mal, me gusta mucho un detalle que tienen que es lo de ponerte lacasitos con el café, hasta que me los pusieron ahí no sabía lo que se agradecían. Os lo recomiendo para pasar un rato agradable y tomaros algo tranquilamente.


