Tapas de siempre con un aire nuevo
Este bar tan acogedor está en el corazón del barrio de Gràcia, en la parte inferior de la calle Torrent de L'Olla. Se trata de un amplio local con suelo adamascado (blanco y negro, heredado del restaurante Tábatas que había antes), cocina al fondo y una gran barra presidiendo el gran comedor con mesas redondas y cuadradas de diversa capacidad. Incluso hay dos sillones orejeros que recuerdan el rinconcito de lectura de la sala de estar de la abuela, con una tenue iluminación e hilo musical bajito.
La carta está compuesta por tapas clásicas como las bravas (buenísimas y en tres tamaños: la pequeña es muy adecuada para dos personas, la mediana para parejas famélicas y la grande para grupos de más de 3 estómagos tragones), ensaladas de gran tamaño por unos 4,50 €, huevos estrellados o tortillas variadas. Cualquiera de los platos cuesta menos de 6 € y son muy abundantes para lo que normalmente te ponen en los bares con puntito de diseño y público joven.
