Zebra es uno de mis cafés preferidos de Bruselas. Está en pleno centro, en el barrio de Saint Géry (muy cerca de la Bourse) y siempre me ha encantado el ambiente tan acogedor, la música, la iluminación y lo rico que está todo.
El precio acompaña a todo esto y 2 personas pueden comer un sándwich y tomar una cerveza por menos de 10€.
Sin duda, es el mejor lugar para tomar algo y, de paso, observar a los jóvenes belgas en su ambiente, ya que está plagado de ellos.
Es un lugar con encanto, en el que los libros se amontonan en estanterías y te sientes parte de algo increíblemente distinto.
Recomiendo su visita por la tarde-noche, y, como apunte personal, tengo que decir que la terraza tiene una fantástica calefacción que hace de la mesa que está a su lado una mesa muy codiciada. Pelead por ella, vale la pena.
El café Zebra para mí es el café más auténtico del barrio. La música es electrónica y los camareros son muy simpáticos.
La barra es bastante original: en verano se instala una fuera y su terraza se convierte en una playa. En este bar se hacen cosas muy originales (¡hasta se daban clases de punto por las tardes!).
Estos pequeños detalles ahcen que Zebra se distinga de los cafés de la zona.
