Ramon Hellin
Un punto de pausa en la ruta a pie por el casco antiguo de Bilbao
Junto al Teatro Arriaga. Un local que destila tranquilidad y exquisito gusto. Sus deliciosos cupcakes y cafés, preparados con cariño y paciencia son una auténtica delicia. El local está decorado con gusto y clase.
Es estrecho pero con frescos realizados por un pintor local con solera. Altamente recomendable. Está claro que en Bilbao, no solo hay buenos pintxos, también lugares de café que merecen la pena.