Sitio pequeño, gente simpática, especialidad en caracoles, tapas variadas y productos de la sierra. En un pequeño corredor, muy cerca del centro, al lado de las calles peatonales comerciales. Es económico y la cerveza, bien fría.
Tras ir en semana santa un día y ser atendidos correctamente, al día siguiente pedimos cuatro montaditos, nos traen dos equivocados y después dos correctos, los dos que faltaban no llegaron a traerlos.lo peor del caso fue que parecía estar cachondeandose de nosotros. al final pagamos y ni una disculpa. no puedo recomendar un sitio así a nadie.
