De casta le viene al galgo
Si no, que se lo pregunten a Yolanda, la responsable de que en este local, la amabilidad, el servicio la buena cocina y el mejor precio, sean el pan nuestro de cada día. Viene aprendida de familia y éso se nota.
Es viernes noche y el local está a rebosar. El trajín de los camareros correctamente vestidos de negro, el constante ir y venir de platos, el acomodo de clientes en las mesas, el constante fluir de la riquísima cerveza, nada hace perder la compostura a esta mujer. Sabe que tiene el mejor equipo. Y ellos también. Enhorabuena.
Pulpo, verduras salteadas, confit de pato, alcachofas con foie y sobre todo el "Rinconcito": un suave y sabroso medallón de solomillo rodeado de una tirita de bacón a la brasa, en una tostada y aderezado con aceite del Bajo Aragón, ajo y perejil. Inigualable.