Cafe Sacher

Establecimiento fundado en el año 1876 por Eduard Sacher y posteriormente relevado por su viuda, Anna Sacher, fue bajo la dirección de esta última, cuando el hotel comenzó a ganar su fama y prestigio entre la aristocracia de toda Europa. Fruto del auge de este hotel comenzaron a trascender las bondades de una receta original que se venía cocinando desde su fundación, se trataba, por supuesto de la Tarta Sacher.
El local rezuma ese talante aristocrático de finales del s. XIX y principios del s. XX, desde la vestimenta de sus empleados a la decoración de los salones.

Se accede a un salón no excesivamente grande y quizá algo sobrecargado en cuanto a su decoración, en él nos ofrecerán diferentes tipos de tartas, pero predominando el dulce que le da fama mundial.

La tarta Sacher dicen que es la mejor tarta de chocolate del mundo, por lo yo como buen chocolatero no podía resistirme a probarla. El lugar donde sirven la tarta es la Cafetería Sacher, en pleno centro de Viena, al lado del Albertina. Para entrar en esta selecta cafetería tendremos que dejar nuestros abrigos en el guardarropas (1€ cada uno), y es que hay que cuidar las formas.

Ya en la mesa, nos servirán la tarta, que es un gran trozo de chocolate con nata. La tarta realmente esta buena, hecha con un buen chocolate, aunque llega a ser bastante empalagosa y al final hasta se hace un poco pesada, que es bastante chocolate concentrado. La porción creo que estaba a 4,80€ en 2010, por lo que seguramente algo subió.

Yo no tenía ni idea de que la tarta de chocolate que me gusta tanto se llama Sacher. Tampoco me imaginaba que se había inventado en Viena. Es lo que se aprende cuando se viaja.

El hijo del inventor fundó el Hotel Sacher, todavía hoy existente, y comenzó a vender la Sachertorte. Tras la muerte de Eduard Sacher, su esposa Anna continuó regentando el hotel.

Servidora se sentó en el café del hotel y se zampó una porción. Una ciudad tan exquisita como Viena bien se merece un homenaje. Y si te gusta lo que comes, tienen una tienda adyacente donde puedes comprar tartas para llevar. ¡Qué

Fuimos a tomar la famosa tarta Sacher al café Sacher en el hotel del mismo nombre.

Antes de poder pasar te obligan a dejar el abrigo en el ropero, me imagino que para guardar una estética más pulcra del Café. El dejar el abrigo es un euro por persona

La estética del lugar es muy bonita y, la tarta es maravillosa. El café Sacher es algo diferente. Con un licor calentito aparte en una tetera y nata montada que para entrar en calor viene fenomenal.

En resumen, un sitio emblemático aunque algo caro pero donde hay que ir a probar la tarta y el café típicos de la ciudad.

El Café Sacher, en el centro de la ciudad de Viena, presume de ser el creador de la tan famosa tarta de chocolate que ha dado la vuelta al mundo.

La verdad es que está muy buena la que sirven aquí, y es parada obligatoria para todos aquellos que visiten Viena.

Buenos cafés también, y precios severos.

Vas con toda la ilusión a probar la tarta, te cuesta una pasta, y encima las camareras te atienden mal, había oido hablar bien de sitio, pero mi experiencia a sido decepcionante, una hora esperando fuera con mucho frio, y cuando entras ves que hay sitio para toda la fila de fuera, y personal de sobra para atendernos había, les comente si me podía cambiar de mesa y me hablaron con prepotencia, que las mesas son para reservas, reservas que no llegaron en los 20 minutos que yo estuve allí. en resumen si lo se no voy.