Cala del francés

Ubicada dentro de lo que se conoce como Santa Pola del este, esta pequeña cala ha tenido mucho arraigo en las últimas décadas en los jóvenes de toda la zona. Ha sido durante años centro de reunión donde se festejaban cumpleaños, fiestas privadas y demás; ahora, como no, y después de la prohibición del "botellón" la cala está más que abandonada a otros menesteres como el paseo y la relajación para niños, familias y pajarillos varios que son los que se encargan de ensuciarla continuamente. Al estar en una zona de apartamentos de verano la función de los negocios de alrededor se acabó. Es decir que

Bajando a la Cala del Francés la vista y el entorno son espectaculares. Pinos frondosos, caminos llenos de pinocha, escalones de tablones y piedra tosca. Al fondo el maravilloso mar Mediteráneo y los barcos meciéndose al ritmo de la marea. Abajo la cala, una vez más solitaria, atractiva y sugerente me espera.