Mar Antón
¡Es una parada obligatoria en el pueblo de Machu Picchu!
Cuando llegamos a Aguas Calientes estuvimos buscando un lugar donde cenar buena comida peruana pero en la avenida donde nos hospedábamos, Pachacutec, solo encontrábamos restaurantes con ofertas para turistas y decoraciones llamativas donde la calidad de la comida brilla por su ausencia, incluso ofrecen happy hour 4x1 donde venden cachaza como pisco (además, cobran un 20% adicional sobre el "barato precio" con el que captan comensales). Preguntamos a un señor que nos cruzamos en la calle si podía indicarnos un buen restaurante peruano y nos recomendó el "Cala Tratoría". Es un local que llama poco la atención por encontrarse en una calle poco concurrida a pesar de quedar a pocos metros de la principal avenida "Pachacutec".
Entramos poco convencidos ya que estaba vacío y el dueño nos ofreció echar un vistazo a la carta. Nos recomendaba carne a la piedra y decidimos sentarnos a probar. Pedimos lomo a la piedra con papas de la casa. Cuando nos trajeron el plato tenía una presentación espectacular. El sabor era exquisito y la elaborada preparación se notaba en cada bocado. Poco a poco fueron entrando más clientes y nos sorprendía que casi todos eran peruanos, incluso los guías de "Machu Picchu" fueron allí a cenar y pidieron pizza. Resultan que las hacen con horno de barro y quedan riquísimas. No nos resistimos y pedimos una pizza para llevar y probarla más tarde. En nuestro caso de jamón y champiñones pero tienen muchos tipos. El precio está muy bien, el plato de carne que compartidos entre dos rondaba los 30 soles y de verdad que merece mucho la pena. Si nos hubiésemos quedado más días en Aguas Calientes habríamos comido allí de continuo. ¡Es una parada obligatoria en el pueblo de Machu Picchu! ¿Tiene algo malo? Sí. No venden postres. ¡Seguro que los harían de cine!
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