Caldas de Reis

Caldas de Reis es un pueblo tranquilo, con muchos de los servicios de una ciudad pero con las ventajas del relax de un pueblo. A medio camino de Vilagarcía, Pontevedra, Santiago y A Estrada, es el sitio ideal para buscar unos días de tranquilidad, sin renunciar a playa, cultura, comercio o montaña. El río Umia cruza la villa con una tranquilidad que no hace sospechar, que tan solo unos 2 quilómetros más arriba, crea cascadas de fuerte virulencia, aprovechados, en verano, por los más intrépidos para tomar baños usando los toboganes que creo la naturaleza. Ya en el centro de la villa destacan sus aguas termales (44º C de media), con fuentes y pilones públicos o los balnearios privados.

Un pueblecito precioso, de los mas bonitos también del camino portugués...
Cuando llegas al lugar se te alegra la vista, allí puedes ir a las aguas termales a remojar los pies, que tan cansados tienes..
También tienes una maravillosa ruta de una cascada impresionante...

Un viaje inolvidable desde Cabo de Gata hasta Finisterre, ya formara parte de mis maravillosos recuerdos.

Lugar de interés, en Caldas de Reis, mi pueblo. Preciosa cascada y zona de baño

Encontrarás aguas termales en su balneario y en su fuente pública así como una arquitectura típica del interior gallego.

Hay multitud de sitios donde comer cenar tomar un café o comprar casi cualquier cosa.

No estaba prevista mi parada en Caldas del Rei, por el camino de Santiago pero no pude evitar quedarme y hacer noche. Las fuentes termales del lugar hace que hasta de las fuentes de la ciudad salga el agua caliente. Y para los peregrinos el spa está mas barato.

Justo al lado está O Muiño, sitio para comer o cenar con buen ambiente, aunque me tocó un camarero un poquito malhumorado.

Un pueblo con mucho encanto que bien merece dedicarle unas horas para pasear por el.