E.Sonia Requejo Salces
Un regalo para el visitante.
Sera por sus céntricas avenidas, donde ves y disfrutas de su arquitectura colonial, fachadas muy cuidada. Intercalados con rascacielos como no, que permiten la actividad empresarial en esta gran y moderna urbe.
Con unas plazas donde se dan cita la artesanía, con mascaras tribales o mascaras dogon de Mali y una gran muestra de recuerdos que recogen muy pronto, hacia media tarde
O la avenida de Long Street, que alberga una zona bohemia, aburguesada con encanto con restaurantes punteros como este japones que os muestro y sus pasarelas en movimiento por las mesas, con sus minimalistas presentaciones culinarias.
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