Calle Agua

Los árabes y el agua anduvieron siempre de la mano y es una de las huellas más importantes, además de su estilo de construcción, que han dejado por cada lugar por donde pasaron. El agua es indispensable para la vida, es la esencia de los cultivos y el sistema de irrigación, se la considera un don divino y la bebida de la sabiduría. Tiene un sentido purificador tanto del alma como del cuerpo y la consideran uno de sus pilares.
Y habiendo recordado todo esto estuvimos caminando por su estrecha callejuela, con casas ruinosas y sus escudos nobiliarios que aún se dejaban ver, construcciones del año 1764, paredes descascaradas, carteles de venta, puertas con candados y alguna maceta olvidada con su planta seca en un balcón abandonado.