Si Mallorca fuera mi refugio, Jaime III...
Si Mallorca fuera mi refugio, Jaime III sería mi evasión. Si, en las islas Baleares hay playas, mar azul cristalino, palacios, catedrales... Pero nada de eso he recorrido de arriba abajo tantas veces como la calle Jaume III. Será porque mi amiga Ana vive en un lado y el resto de mi vida mallorquí, al otro.
El centro histórico, el gimnasio, el paseo Borne, las cafeterías con ensaimadas perfectas están hacia abajo y el apartamento de mi amiga tras el río, hacia arriba. Así que paso algo así como cinco veces al día por esta gran avenida. Los soportales recogen tiendas pequeñas, con lujosos escaparates. Me llaman del trabajo... algo urgente... tengo que ir a casa de mi amiga, al portátil de Ana, a ver si puedo arreglarlo en tiempo récord y, así, marcharme cuanto antes a la playa. Irme con el portátil a cuesta sería un bodrio.