La calle más antigua y recta del casco
Esta calle que es la más larga y recta del Casco Antiguo como resultado de la expansión del Barrio Alto, lleva este nombre, al margen de las curiosas leyendas que circulan, por Diego Lobato quien se instaló allí a principios del siglo XVI, en una de las primeras casas de la calle, importante y muy bien ubicada. Tras su muerte la familia mantuvo el apellido como resultado de los tiempos del patriarcado, en tanto que su mujer e hijas pasaron a ser conocidas por las Lobatas y cuyo apelativo les confería el carácter de clan. En ella encontramos casas señoriales, típicos azulejos, el Hostal El Gallo y La Ermita del Santo Cristo, entre multitud de plantas, arreglados portales, antiguos murales, cerámicos de José Cedeño y Retablos de La Virgen.