Roberto Gonzalez
La arteria latente de La Habana Vieja
La estrecha y peatonal calle Obispo, la que toma el pulso de la ciudad a través de La Habana Vieja, está llena de galerías de arte, tiendas, bares musicales y gente. Edificios de cuatro y cinco plantas bloquean gran parte de la luz solar y las riadas de personas ( y de agua cuando cae el aguacero tropical) parecen moverse ella son de la omnipresente música en directo, como la que sale de la Dichosa ( muy recomendable y divertida) o la Lluvia de Oro.
La entrada la marca el internacional Floridita, y según vamos bajando los edificios compiten por ser los más altos, como cuando llegamos al final y vemos los que pertenecieron a los grandes bancos o a hoteles como el Sevilla.
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