Para mi gusto es el rincón con más m...
Para mi gusto es el rincón con más magia de Arcos de la Frontera. Se halla en todo lo alto, a la espalda de la basílica que ocupa una de las aceras estando la otra repartida entre el convento de la Encarnación y diversos palacios medievales.
En este espacio destaca la fachada del convento que fue modelada en 1529 en estilo gótico florido siguiendo las indicaciones de Juan García Combado. En el siglo XVI la Villa se llena de hospitales de beneficencia, hasta 14 llegó a tener según el historiador Miguel Mancheño, patrocinados por la nobleza y dirigidos por órdenes religiosas.
Este de la Encarnación fue subvencionado por Juana Ximénez, apodado popularmente como La Camacha. Sirvió de capilla, hospital y convento desde 1529 hasta 1855, año en que se aprobó la Desamortización de Mendizabal. Actualmente es un centro cultural dedicado a galería de arte.