Pedro Jareño
Nunca creí que iba a estar ahí, pero e...
Nunca creí que iba a estar ahí, pero estuve. Pasear por las calles de la favela de A Rosinha es mucho más seguro de lo que uno se imagina. Al menos, yendo acompañado. Es muy importante respetar las reglas: no hacer fotos salvo donde te diga el guía, no preguntar... Pero es un lugar fascinante. Todas las casas tienen muchas más comodidades de las que uno se imagina a priori. Es algo increíble.
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