Ignacio Izquierdo
Divertido barullo
El centro de Nápoles es de todo menos organizado y es en ese caos donde reside su mayor encanto, con todo tipo de vehículos y motocicletas atravesando las estrechas callejuelas, de esas en apenas un par de metros separan unos balcones de otros. Muchos pasajes peatonales, muchos mercadillos y en general muchísima vida callejera, llena de rinconcitos, tiendas entrañables, lugares devastados y puestos callejeros. Ideal para hacer fotos y para dejarse sorprender.
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