Camariñas

Llegamos a Camariñas por la tarde, y antes de que se ponga el sol un paseo por el pueblo nos muestra cómo la vida del sitio fluye junto al mar.
Los barcos de pesca van llegando hasta el puerto, los comercios y el mayor número de viviendas se ubican en torno al paseo marítimo. A través de sus aguas, Camariñas ha visto llegar antiguos pobladores y ha visto partir a cientos de paisanos.
Situada en el centro del litoral de la Costa da Morte es una región sometida a fuertes vientos que la convierten en una costa muy peligrosa (aprovechada hoy por los gigantes molinos de viento).
Es sorprendente la cantidad de locales dedicados al encaje de bolillos que hay en proporción al resto de comercios, de hecho Camariñas ha sabido aprovecharlo como reclamo turístico y recibe cada año miles de visitantes en su “Mostra do Encaixe de Bolillos”.

Incomparable marco natural...a costa da morte en estado puro y una Villa marinera preciosa....playas de fantasía y gentes 10 que harán q tu estancia y visita sean aun mejores haciendo q desees volver o no haberte ido jamás.

Su recoleto puerto ha visto entrar y salir embarcaciones pesqueras a lo largo de los siglos. Hoy siguen estando ahí, protegidas por las tranquilas aguas de su ensenada, pero el pueblo ya no depende solamente de la pesca y en tu recorrido por las calles oirás continuamente el inconfundible ruido de los bolillos, manejados rapidísimamente por las palilleiras, mujeres del pueblo que hacen preciosas labores de encaje a las puertas de las casas.
La delicadeza de sus trabajos, famosa en todo el mundo, se debe a que aprendieron el oficio de las mismísimas sirenas, que querían reproducir la espuma de las olas cuando rompen contra los acantilados.