Ruralita
Camarmeña, enclavada en los Picos de Europ
Entre montañas rocosas, aparentemente ajena al trasiego constante de turistas, aparece pétrea y encantadora la aldea de Camarmeña, en Carreña. A priori parece inhóspita, pero en las casas que se encaraman en la ladera habitan algo más de una docena de personas y se ha construido un pequeño hotel rural y un bar restaurante. Se accede por una vía estrechísima, que en coche da vértigo y a pie sofoca por sus curvas cerradas y sus cuestas casi verticales. Eso sí, el ascenso de apenas un kilómetro y medio desde el Punto de Información de Los Picos de Europa (en Cabrales) regala unas vistas increíbles al Naranjo de Bulnes (2.450 metros) desde el mirador que construyó un grupo de veteranos montañeros asturianos. Camarmeña sabe a Cabrales, y a pesar de ser un enclave tan pequeño, es tan pintoresco que bien vale una visita.


