Campamento Wayare

Iván Calderón y Avril Visozo se fueron a vivir a Caripe para buscar mayor tranquilidad y poder ofrecer un mejor ambiente a sus hijas. En un terreno de su propiedad decidieron construir entonces un campamento donde pudieran ofrecer lo que cada uno sabe hacer. Él se dedica a dar cursos de escaladas en un lugar cercano al campamento llamado El santuario. Este se ha convertido en un centro de entrenamiento y aprendizaje de escalada al aire libre, rodeado del canto de los loros. Ella aprovecha el espacio natural y sus paisajes para dictar talleres de yoga. Entre ambos buscan conectar al turista que viene a visitarlos con el entorno, con los verdes de la montaña, los colores de los arboles y la tranquilidad que se respira.