Campo Base de Annapurna

La última etapa de la ascensión salimos de noche para llegar a primera hora. Nuestro destino el campo base de Annapurna. A esas horas no hay camino hecho todavía en la nieve, y fuimos nosotros los encargados de abrirlo, con la luz de nuestras pequeñas linternas y con ayuda de la luz de la luna, multiplicada por la blancura de la nieve. Comienza a clarear cuando pisamos el campo base, a más de 4.000 metros de altitud y empieza a compensar el haber madrugado. Las sombras de los picos (superiores a los 7.000 metros) los hacen cada vez más afilados hasta que finalmente asoma el sol y comienza a calentar el valle.

A pocos kilómetros de la ciudad de Pokhara comienza una de las mejores experiencias que hemos vivido
El trekking hasta el campamento base transcurre entre unos valles, cascadas y ríos de una belleza sublime, aunque lo mejor, sin duda alguna es la sensación de satisfacción que se consigue al llegar allí arriba.

Mires donde mires, no se ve otra cosa que majestuosas montañas, picos de 8.000 metros que quitan la respiración.

Sin duda, es algo que nos encantaría repetir!!!!