Una semana inolvidable.
Se siente miedo, antes de ir, lo admito, es llegar allí y olvidarse completamente de todo, gracias a su gente, su cultura, los conocimientos que adquieres acerca de el país, sus costumbres, sus paisajes.
Un lugar incomparable, se aprende muchísimo acerca de el estando allí, no te queda tiempo en la mente para pararte a pensar en la situación del país y en todo lo que sucede allí en ese mismo instante.
Un país al que sin duda volvería, repetiría esta experiencia sin lugar a dudas. Su gente, te hacen sentir como en casa, se acaban convirtiendo en parte de ti, sus tradiciones, tan bonitas de conocer y aprender sobre ellas, sus monumentos, destacables entren otros muchos, sus mezquitas, el paisaje que te ofrece el lugar, tanto de día como de noche, tan fabuloso, su cultura y gastronomía, tan exóticas y diferentes al resto.