Jesús López
“Venecia es como comerse de golpe una caja entera de bombones de licor” Truman Capote
¿Has estado en una ciudad formada por 118 islas? ¿Conoces alguna ciudad con 455 puentes? Tal vez… ¿150 hermosos canales? ¿No? ¿En serio? Pues está decidido, ¡tienes que visitar Venecia!
Venecia se encuentra al noreste de Italia, en la región venéta. Sin duda alguna es uno de los lugares más hermosos de Italia y del mundo. Tanto su historia como su belleza la convierten en un sueño hecho realidad, ¡en la envidia de todas las demás joyas europeas!
Una ciudad que se mantuvo más de mil años sin conocer la guerra, y que actualmente no conoce ni los coches, ni las autopistas, esa ciudad que descansa como tesoro escondido del mar Adriático.
¿Pero qué de especial tiene esta ciudad que atrae a más de 20 millones de turistas cada año? ¿Será su fragancia inmortal? ¿Esa que se mantiene en el aire y nos descubre la más tradicional y pura Italia? ¿O serán sus estrechas calles, cuya ternura nos acoge y nos hace sentir como en casa? Pues sí, no nos equivocamos, eso, y también mucho más:
Sus canales se extienden por todas partes, diseñando un mapa, que, en forma de laberinto nos invita a explorar, a descubrir, a investigar los más encantadores misterios de la Serenísima… Son canales que de día se muestran cual trenzas de la maravillosa Italia, y de noche… de noche son los acompañantes idóneos para la sutil luna que navega en su cielo. Sus luces son increíbles, sus diferentes formas y tamaños. Irresistible se hace cenar a su lado en los buenos restaurantes venecianos. Y… ¿qué tal subir a una góndola y sentirlos más de cerca al navegar por ellos, acompañado de los gondoleros, sí, esos con pantalones negros, camisa de rayas y un típico sombrero? Para los enamorados nada más romántico, para los solteros nada más encantador.
Pero… ¿qué me decís de los tentadores puentes? Esos que atraviesan los canales y se alzan indemnes. Tenemos por ejemplo, el puente Rialto, que atravesando al gran canal lo dota de majestuosidad y elegancia plena. O también el puente de los Suspiros y el de la Constitución.
Yo he ido, y prometí que regresaría. Nunca podrá nadie arrepentirse de haber visitado esta mágica ciudad y sus encantados atributos. Venecia marca un antes y un después en tus viajes y hará que la recuerdes, porque se queda ahí, muy dentro en tu corazón.
Sus canales se extienden por todas partes, diseñando un mapa, que, en forma de laberinto nos invita a explorar, a descubrir, a investigar los más encantadores misterios de la Serenísima… Son canales que de día se muestran cual trenzas de la maravillosa Italia, y de noche… de noche son los acompañantes idóneos para la sutil luna que navega en su cielo. Sus luces son increíbles, sus diferentes formas y tamaños. Irresistible se hace cenar a su lado en los buenos restaurantes venecianos. Y… ¿qué tal subir a una góndola y sentirlos más de cerca al navegar por ellos, acompañado de los gondoleros, sí, esos con pantalones negros, camisa de rayas y un típico sombrero? Para los enamorados nada más romántico, para los solteros nada más encantador.
Pero… ¿qué me decís de los tentadores puentes? Esos que atraviesan los canales y se alzan indemnes. Tenemos por ejemplo, el puente Rialto, que atravesando al gran canal lo dota de majestuosidad y elegancia plena. O también el puente de los Suspiros y el de la Constitución.
Yo he ido, y prometí que regresaría. Nunca podrá nadie arrepentirse de haber visitado esta mágica ciudad y sus encantados atributos. Venecia marca un antes y un después en tus viajes y hará que la recuerdes, porque se queda ahí, muy dentro en tu corazón.
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