Una tienda de chuches? Si pero de ciencia ficción, alucinante.
Lo primero que llama la atención es su cartel de madera, pero cuando abres la puerta no puedes creer que estes en una tienda de pueblo, es un impacto a los sentidos...un camino de dulces que recorre un prado, con vallas y chuches en el césped, ambiente de fantasía, fuente con pajaritos, un pastel enorme como mostrador...y una calidad máxima, esas chuches tienen algo diferente...no es normal que tengan tanto sabor y estén tan blandas, como recién sacadas...con una variedad impresionante tanto en chuches como bolsas de patatas, pipas y lo habitual.
Para terminar la atención recibida también es extraordinaria, una chica muy guapa joven y simpática, un lugar muy limpio y ordenado...no se que mas decir, bueno si, que a veces hay que hacer cola, la tienda no es a precio por peso, es por pieza, y resulta muy barata, por lo que muchas veces está a tope y como tienen que contar chuche por chuche...
