Erika Paz
Solitaria y tranquila, de vientos fuertes y olas bajas
Para llegar a este lugar hay que transitar algo más de una hora desde la ciudad de Maracaibo, atravesar la población de Paraguaipoa, cruzar en una de sus estrechas calles y rodar hasta que la inmensidad se le viene a uno ante los ojos.
No se ve nada de lado y lado más que arena y mar, es solitaria y tranquila, de vientos fuertes, de olas bajas. Uno camina dentro de ella y entra y entra y pareciera que nunca le va a cubrir el agua. Es uno de los sitios más bonitos que he visitado, es un lugar para pensar, para admirar, como casi todo en la Guajira.
Fotos: Raymar Velásquez (@raymarven)
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