Una original capilla
Tras visitar la plaza de la Fuente de Alconchel, un lugar magnífico para conocer parte de nuestro pasado, nos encontramos con esta iglesia. Para hallarla hay que situarse cerca de la Puerta de Levante, en el oeste de la ciudad.
La verdad es que éste es uno de esos casos en que un edificio construido recientemente no lo parece. Normalmente las iglesias modernas se construyen como si fuesen fábricas, sobre todo en los llamados barrios obreros. Por lo visto tienen que ser feas y con apariencia de cualquier cosa menos de templo espiritual. Cuando a mediados del siglo XX los centros urbanos comenzaron a convertirse en aglomeraciones con condiciones de habitabilidad reducidas surgió la moda del ensanche burgués. Se crearon auténticas ciudades que partiendo del centro se alejaban sistemáticamente del mismo, como la propia Ciudad Lineal de Madrid. Los burgueses abandonaron el centro, instalándose en esos ensanches con mejores comunicaciones, casas más amplias y modernas y menor aglomeración humana.
Posteriormente fueron todas las clases sociales las que se tuvieron que ir instalando lejos del centro ante la escasez y el precio de las viviendas en dicha zona. Así nacieron en Mairena del Alcor un grupo de barriadas, como en todas partes, a las que fue necesario dotar de nuevos templos católicos.
Esta capilla se construyó en la década de los años cincuenta, aunque desgraciadamente no se la dotó de una plaza ajardinada delante. A finales de siglo su situación no era buena por lo que se optó por una reforma total que, además, la dotó de un equipamiento que echaba en falta como su propia sacristía.
Afortunadamente en 1992 tocaron toda la iglesia pero respetaron la planta casi en su totalidad y mantuvieron la fachada, que es para mí de una gran belleza., aunque un tanto atípica por esas dos espadañas laterales a modo de campanarios estilizados. Pero tiene sabor a clasicismo y su bicromía me recuerda el barroco andaluz. El estilo es el neoclasicismo, en este caso un tardío neoclasicismo de gran originalidad.
La reforma presenta también gran originalidad. La planta de cruz latina sólo se vio modificada parcialmente al utilizar los cortos brazos del crucero. En un lado se instaló el sagrario y el otro el sagrario y un coro alto. Las cubiertas son en forma de arcos ojivales y, aunque son metálicas, tienen cierta apariencia a artesonados mudéjares.
Se adornó el interior de la iglesia, en lugar de con los clásicos altares con unas cerámicas del artista local Brenes, copias de cuadros religiosos.
Pero también dispone de imágenes, aunque se concentran en el sagrario. Son las tallas procesionales de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Nuestra Señora de los Ángeles. Entre ellas destacan el Cristo de la Salud y la Virgen de la Caridad. La Virgen de los Ángeles se halla en el altar mayor.
Nosotros pasamos por delante un sábado al atardecer y no la encontramos abierta. Al parecer los sábados celebran misa a las ocho de la tarde, de lunes a jueves a las siete de la tarde y los domingos a las diez y media de la mañana.


