Capilla de Santa Cruz

Favila, hijo de Don Pelayo mandó construir una iglesia, tras la victoria de Covandonga (tras la cual su padre fue nombrado rey), para dar culto a la cruz que su padre llevó en la batalla, recibiendo después el nombre de La Cruz de la Victoria.
No escogió cualquier sitio, sino un lugar ya sagrado desde hacía más de 4000 años a.C.
Este lugar era un pequeño montículo situado a escasos metros del puente romano en el que se encontró un dolmen prehistórico.
Durante la guerra civil la iglesia construida por Favila se destruyó, quedando al descubierto el dolmen. En la posterior reconstrucción de la iglesia el dolmen fue trasladado a una cámara en el interior de la misma, para que todo el que la visitara pudiera disfrutar de tan antiguo monumento.

La capilla declarada Bien de Interés Cultural en 1931, se encuentra a la vera del Puente Romano. Se alza sobre un dolmen (5.000-3.000 a.c.). Fue consagrada en el año 737, por decisión del Rey Favila.

La capilla fue erigida para albergar la Cruz de Roble, posteriormente denominada Cruz de la Victoria.

Su estado actual es una reconstrucción hecha por Luis Menéndez Pidal en la posguerra.
En su cripa se encuentra el dolmen en el que según la leyenda el Rey Favila fue enterrado.

Podemos encontrar bajo la capilla de Santa Cruz un dolmen neolítico de un túmulo funerario lo cual fue construido en el año 737 para proteger la Cruz de la Victoria y fue declarado monumento artístico en 1931.

En la puerta había dos niñas hablando de sus cosas, cuya situación da una apariencia de lugar descuidado.
Si paseas por el lugar puedes pasar a verlo, pero si tienes que desviarte no pierdes el tiempo en ir.

Esperaba más, la verdad es que me defraudó un poquito.

Mítica, misteriosa y llena de historia.