Cappadocia y la humanidad...
Cappadocia es uno de los faros que iluminan la evolución de las divisiones humanas a lo largo de la historia. Sus particulares formaciones rocosas –únicas de su tipo en el planeta- provocan los sentidos y exhiben desde su elocuente sencillez, algunas opciones de la belleza natural.
Estas estructuras suelen ser muy resistentes en su exterior, pero dóciles en su interior. El poder cavarlas en cualquier sentido, ha permitido que se hayan construido formas particulares de viviendas interiores las cuales –según la circunstancia- resultaron hogares, escondites o refugios…
Esta región singular de nuestro planeta –desde mi perspectiva- más que merecer una o varias visitas, no admite ser ignorada. Su inclusión en la aspiración de todo viajero parece ineludible. Cappadocia ofrece una perspectiva plena, especialmente en su peculiar síntesis entre la naturaleza y la cultura asumiendo varias de sus múltiples expresiones.