Llegando en un crucero proveniente de...
Llegando en un crucero proveniente de Roma al puerto de Nápoles , no podés de dejar de pensar en que la naturaleza ha dotado a Italia de una costa bellísima con unas islas entre las que se encuentra la de Capri a la que accedimos por un transbordador.
A pesar de lo corto de la estadía, pudimos caminar por sus callecitas maravillosas con flores de colores brillantes y diferentes, similares a las que vi en Sicilia.
Coexisten en la isla dos centros urbanos Capri y Anacapri, el primero más cerca del mar y el segundo allá arriba, subiendo la montaña, desde donde podés disfrutar de paisajes fantásticos llenos de un colorido especial.
Dicen que en la isla siempre brilla el sol..... Del que pudimos disfrutar. Es un sitio de ensueño al que alguna vez me gustaría volver para "descansar" realmente durante unos días....


