Un poco de historia
Termina la visita bajo el sol a la muralla. Llegamos a la plaza de la Universitat de Rovira i Virgili, con el imponente edificio modernista presidiendo, giramos a la derecha y de repente el viento nos azota en la cara: estamos en el Carrer del Portal del Carro, "uno de los dos únicos sitios donde corre este viento en Tarragona", explica el guía.
La calle tiene tres detalles que la hacen especial: además del viento, y de una fuente de la que hay que tener cuidado al beber, la capilla al fondo, el emblema de St. Magí presidiendo y la leyenda del santo, que huyó por esta puerta (era uno de los portales de la muralla romana), y al que años más tarde se le atribuyó el "milagro" de salvar el lugar: la invasión napoleónica destruyó la ciudad y puso aquí tres minas que no llegaron a explotar.