Un poco de historia
Termina la visita bajo el sol a la muralla. Llegamos a la plaza de la Universitat de Rovira i Virgili, con el imponente edificio modernista presidiendo, giramos a la derecha y de repente el viento nos azota en la cara: estamos en el Carrer del Portal del Carro, "uno de los dos únicos sitios donde corre este viento en Tarragona", explica el guía.
La calle tiene tres detalles que la hacen especial: además del viento, y de una fuente de la que hay que tener cuidado al beber, la capilla al fondo, el emblema de St. Magí presidiendo y la leyenda del santo, que huyó por esta puerta (era uno de los portales de la muralla romana), y al que años más tarde se le atribuyó el "milagro" de salvar el lugar: la invasión napoleónica destruyó la ciudad y puso aquí tres minas que no llegaron a explotar.
Otro punto más que interesante es el trampantojo (ilustración) de una de las fachadas, que representa también al santo, esta vez haciendo brotar agua de la que beben los soldados. De ahí no sólo surgió la devoción por él, sino también la "fiesta menor" de la ciudad de Tarragona: la fiesta de Sant Magí o fiesta del agua, en la que... pues eso, todo va ligado al agua. Muy propio para el 19 de agosto de cualquier año, que es cuando se celebra.
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