Alexis Cadena Vélez
Perderse vale la pena.
Estuve dos semanas estudiando italiano en Génova. Después de cada clase salía a patear la ciudad. Mi academia se encontraba muy cerca del centro histórico así que me encantaba perderme entre los estrechos callejones (carrugi) Realmente no sabes donde mirar porque en cualquier momento puedes encontrarte con fragmentos de arte. Cuanto más te adentras, más cosas encuentras. El aspecto descuidado de la zona es uno de sus mayores encantos. Es como retroceder en el tiempo.
Lo mejor para vivir esta experiencia, sin duda, es guardar el mapa y caminar hacia donde te lleven los sentidos. Recomiendo caminar por ellos solo durante el día, pero hacerlo por la tarde a la caída del sol también tiene su puntillo.
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