Restaurante Casa Amadeo los Caracoles

El bar Casa Amadeo – Los Caracoles es uno de los clásicos del Rastro de Madrid, el mercado callejero que hay en la capital los domingos y festivos. Es uno de esos sitios de los que ya no quedan en las grandes ciudades, salvo en contadas excepciones, como es el caso.

Está en la plaza de Cascorro, la plaza principal del Rastro, muy cerca de la plaza de Tirso de Molina (metros La Latina o Tirso de Molina), fue fundado en el año 1942 y su especialidad son los caracoles cocidos en el caldo especial de la casa. Las tapas son abundantes y muy variadas y como consecuencia siempre está abarrotado: sobre todo los domingos.

Vale la pena ir sólo por ver en acción a Amadeo, un hombre bastante mayor con una vitalidad envidiable.

A veces te invita a un vasito de caldo de los caracoles para que no puedas evitar pedirlos.

También es interesante ver el ambiente de la gente que acude.

La única cosa que no me gusta es el precio de las cañas. Aunque pidas caña, te van a poner jarrita, que no es mucho más grande y cuesta 1,75 €.
Las tapas son un poco caras para el tamaño que tienen.

Vale la pena ir sólo por ver en acción a Amadeo, un hombre bastante mayor con una vitalidad envidiable.

A veces te invita a un vasito de caldo de los caracoles para que no puedas evitar pedirlos.

Si te gustan los caracoles, los callos, los zarajos, el bacala... Este es un sitio clásico para tapear en Madrid, fundado en 1942, Amadeo es una persona muy agradable de trato cordial y sus platos son rico ricos....

Estuve la semana pasada y el lugar me pareció una ESTAFA PARA TURISTAS. Estando como está en una zona tan popular como la de Cascorro y con el aspecto de bareto cutre de toda la vida, el señor amadeo aprovecha el tono pintoresco del lugar para clavarte por unas raciones escuetas a precio de oro, y otro tanto por las cañas. Desaconsejable por completo salvo que te guste que te tomen el pelo con precios del barrio de Salamanca en pleno rastro.

Me parece totalmente una estafa este lugar, el hombre te pone los precios que le entra en gana por dos míseras cañas y un plato de caracoles muy normales. No lo recomiendo para nada, aunque te gusten los caracoles y sea un barrio encantador.

Me encanta este restaurante!! Todo riquisimo y muy bien de precio!! Todo muy casero y la atención de los camareros es perfecta!!! No puedes irte de Madrid sin probar sus caracoles y su vermut.