Casa Borrasca

Este restaurante de "toda la vida" está situado en la curva que asciende al faro, en la misma carretera y junto a la farmacia, por lo que no tiene pérdida.
Ofrece un menú de lo más asequible (8€ todo incluido) compuesto por platos caseros elaborados tras años de práctica en los fogones.
El interior fue renovado y es agradable, y es uno de los pocos establecimientos que permanecen abiertos en esta zona durante todo el año.
Hacen rabo de toro o arroz negro, y los chipirones en salsa están sabrosos, solo les falta elaborar algún postre casero.

Hemos pasado nuestras vacaciones en El Faro de Cullera (Valencia) alojados en el aparthotel El Faro, muy recomendable por cierto, y nos indicaron que un buen sitio para comer y cenar era este Restaurante, a nosotros nos encantó, la comida casera, buenísima, menú diario por 8 euros con primero, segundo, postre, bebida y café, nos gustó tanto que aunque llevabamos idea de comer en el apartamento, hemos ido a comer todos los días, y alguna noche también a cenar, para los sábados noche hacen menú 26€ por pareja con entrantes y luego a elegir entre varios platos, nosotros un día mariscada y otro chuletas de cordero a la brasa a cual más bueno.....

De pena, comida insufrible, atención arrogante, prepotente y con una falta de respeto hacia el cliente demencial, sin contar que por una paella señoret q nada tiene que ver con las de las fotos, pues llevaba 3 gambas troceadas!!, 3 cañas, 1 botella de agua, 1 postre de profiteroles, 3 cafes, 1 de telllines sucias de arena, oliendo mal y duras, mas 1 ensalada, cobrar 65€. es la primera vez q escribo una opinión pero esto es un abuso, un robo y atropello al consumidor. Recomiendo NO parar en este Restaurante de Cullera y cometer mi error que por trabajo he parado 3 veces tropezando igual d mal en la misma piedra.

Hemos ido a comer y no ha habido nada bueno a destacar. El servicio nefasto, un solo señor para servir, además un mal educado y prepotente.

En cuanto a la comida, al igual que todo, increíblemente mal, comida escasísima y de muy mala calidad. Cabe destacar que en la cocina no solo el “camarero” fuma, si no que además tienen un perro dentro de la cocina junto a toda la comida.

Nuestra experiencia no fue nada buena, quisimos comenzar con unas cervezas, y además del mal carácter del camarero, no nos las sirvió en la terraza y no nos puso ni una triste aceituna.