El Viajero
En un lateral de la Plaza Mayor de la...
En un lateral de la Plaza Mayor de la Villa se encuentra, de forma exenta, la casa parroquial que es uno de los edificios más atípicos de Canicosa de la Sierra. El cura siempre ha sido un personaje peculiar en la zona, pues junto con el maestro eran las personas ilustradas en la comarca. El cura Merino es uno de los personajes más importantes de la zona, en su lucha por la Independencia frente a los franceses. Hay una anécdota de que rescató de los galos a un vecino de Canicosa de la Sierra que se distinguía por vestir siempre brillantes chalecos. El hecho se conmemora anualmente con diversas actividades protagonizadas por la peña Los Chalecos.
Pero no fue este cura el que ocupó esta Casa, pues habitó en la parte más alta del pueblo junto a la ermita, sino don Eladio. La llegada de esta persona a esta localidad cambió su carácter pues propició la creación de la banda musical, de actividades juveniles, de rituales religiosos y de educación. La vida social de Canicosa cambió radicalmente con la llegada de nuevas ideas. Por eso una placa homenajea a este cura ejemplar.
El edificio es de una sola planta. La puerta principal da a la Plaza Mayor, teniendo una ventana trasera que da directamente a la iglesia de San Esteban. Sobre la entrada hay una serie de grabados aludiendo al Cordero de Dios.
La tipología de esta casa parroquial se diferencia de las demás de la comarca que se adjuntan directamente a los templos, junto al ábside y suelen ser cuadradas o ligeramente rectangulares, en ningún caso exentas. El resto de las viviendas del pueblo son mucho más altas.
Leer más