El Salvador desde adentro: Casa la Atarraya en Ahuachapán, El Salvador.
Pocas oportunidades existen para conocer realmente una cultura desde la profundidad de su sociedad. El Salvador es uno de esos países donde el valor humano es mucho mayor que el calor turístico, y hay que saber valorarlo como tal.
Llegué a Ahuachapán con el plan de ver la ciudad, dar una vuelta por los alrededores y seguir camino después. Sin embargo, un encuentro inesperado hizo que terminara en la "Casa La Atarraya", al norte de la ciudad. Conocí a Jennifer, una de las impulsoras principales del lugar, y me invitó a conocer su organización.
Mucho se habla de las maras y las pandillas en países como Honduras y El Salvador. La realidad es que los extranjeros rara vez nos vemos involucrados en problemas, pero son una verdadera pesadilla para algunas colonias de gente local. En "Casa La Atarraya", tanto Jennifer como maestros y voluntarios unen esfuerzos para educar a los chicos de las comunidades afectadas por situaciones adversas.