Casa Rural El Rinconcito De Gredos

Hicimos una parada en nuestro viaje por el barranco de las cinco villas para comer en esta casa rural, también famosa por su restaurante. Y con razón, porque comer una comida tan deliciosa con aquellas vistas panorámicas al valle, con todo el paisaje nevado fue una experiencia a repetir.

Los alimentos eran del alta calidad, cocinados de forma casera y tradicional, abundantes en cantidad y cuidados al detalle en su presentación.

No conozco la parte del hotel,

Sitio muy recomendable para comer con un trato exquisito al cliente. Nos colocaron en una mesa para dos frente a la chimenea y el ambiente hizo que alargáramos la cena más de dos horas. Para comer pedimos unas croquetas caseras y unas gulas con huevo escalfado. Entrantes riquísimos que no desmerecieron la merluza rellena con gambas y boletus de mi chico y el solomillo de Avila que pedí yo. Acompañamos la cena con un vino tinto que no conocíamos, Martué. De postre una tarta de manzana y un licor de hiervas y crema de orujo para terminar. Sin duda una velada de lo más agradable que esperamos repetir.

El Rinconcito de Gredos lo es, de especial.
La casa, sus habitaciones y sus salones son de los más cómodo. Además está decorada con mucho gusto (aunque, claro, para gustos los colores). Pongamos ¿10 sobre 10?
El restaurante, a la misma altura que la casa. Yo soy gourmand, que no gormet, y para mí esta vez sin dudarlo, un 10 sobre 10 (aunque de hecho, tampoco lo dudo a la hora de valorar la casa).
Los propietarios, muy agradables y un ejemplo de superación. Otro 10 sobre 10.
En fin, del todo recomendable.