Habitación y ambiente ...
Habitación y ambiente sofocantes...
No nos hemos sentido nada a gusto en este establecimiento, en el que estuvimos 4 noches en agosto de 2013. Aunque reservamos directamente con ellos (¡utilizad siempre un intermediario, pues está claro que sólo trabajan de cara a la galería!), nos dieron una habitación sofocante e incómoda (las ventanas eran minúsculas), sólo utilizable en parte por un abuhardillado excesivo, sin ventilación de ningún tipo en el cuarto de baño y sin un armario que mereciera tal nombre (un hueco con una cortina). No será por casualidad que esa habitación no aparezca en ninguna foto publicitaria o ni siquiera tenga nombre como las demás. Además, a la entrada no funcionaba la tv ni la ducha, ni era posible oscurecer la habitación por falta de cortinas…Desde que manifestamos estas deficiencias notamos malas caras y una tensión evidente. Es como si se creyeran perfectos, las carencias fueran una invención nuestra y expresarlas una verdadera osadía.
El resto de la casa era aceptable en líneas generales, así como el desayuno. Pero el ambiente de la Garza Real resultó ser demasiado artificial, caluroso y agobiante para nuestro gusto, con lo que no volveremos a repetir más la experiencia de alojarnos en ella. Así como tampoco recomendamos a nadie que consuma el menú del restaurante anexo, donde por 23 euros (más el vino, si quieres tomarlo) te imponen día, hora y también menú, que no conoces en el momento de sentarte a la mesa y con sólo dos opciones a escoger. ¿Será porque es el único lugar del pueblo donde puedes comer algo…?
Ahora sabemos que hay bastantes opciones en el Valle del Jerte muchísimo más equilibradas en calidad y precio. E infinitamente más frescas y relajantes.
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