Una casa para todos
En la minúscula aldea de Torrevega, que parece rescatada de una época pasada, se encuentra la casa rural Villoria. Nunca el apelativo rural fue tan cierto: vecinos que guardan las costumbres asturianas, ganado en los prados y montes que yergen flanqueando el pequeño reducto. Cuando el caserón se ocupa, los huéspedes suman una población considerable a la veintena de habitantes de Torrevega.
Villoria tiene capacidad máxima para 11 personas. Cinco habitaciones, dos baños enormes, cocina nueva, sala, comedor y ese ambiente rústico que no conoce de nuevas tendencias.
Alojarse con familia o con amigos es un acierto si se busca perderse en el oriente asturiano y no peder detalle de todos sus atractivos. Y es que se encuentra a tan sólo 20 minutos de LLanes, 30 de Cangas de Onís, a 7 kilómetros de Posadas y a 11 de las playas de Barro y Niembro.