Encantandor
Mi experiencia con este Hotel que también tiene restaurante ha sido excelente.
Es un pequeño establecimiento situado en el mismo centro de Vilafranca del Penedés dentro de un edificio histórico restaurado para acogerlo.
Está diseñado de manera exquisita y en concordancia al lugar donde se ubica.
Las habitaciones son espaciosas ,a la última en cuanto diseño y tecnología. Las duchas, en forma de lluvia son de agradecer.
El personal de recepción es amable y abierto a la hora de preguntar cualquier cosa y ellos mismos pueden informarte y concertar visitas a bodegas y cavas de los arededores puesto que se encuentra en una zona vinícola muy importante. También hacen packs románticos y enoturísticos tan de auge actualemente
Los desayunos son tipo buffet con opción de pedir a la carta, variados y con un producto fresquísimo de temporada.
Dispone de un salón espectacular en las que las paredes son de cristal y hacen de él un lugar encantador para disfrutar desde desayuno a la cena.
Al lado del restaurante hay una pequeña cocktelería por si te apetece tomar algo y durante el verano disponen también de terraza que queda en el mismo centro de la plaza.
Sin lugar a dudas recomendaría tanto el Hotel como el Restaurante Mercerino.