Casas Rurales El Arranca

Los primeros tres días estuvimos medio bien, adaptándonos a lo que había, insuficiente para ser una casa para 4 personas ¿un sofá de dos plazas para cuatro? ¿Y los otros dos a los que les cobran dónde se sientan?

El primer detalle nada más entrar fue que el dueño nos cerró con llave la habitación extra que nosotros no íbamos a usar porque decía que nos había ajustado el precio. Ya de primeras nos dio mala impresión, como de desconfianza ¿Para qué queremos nosotros unas literas? Pero nos habría servido de deshago con las maletas porque la casa era bastante pequeña y mal distribuida.

Luego no había dónde tender. Tuvimos que llenar cada esquina, silla, radiador,... con nuestras ropas limpias. Las toallas que nos dejaron para el aseo personal muy usadas y una de ellas con dos agujeros. El trapo de cocina roto también, el escurre platos asquerosito,... en fin, sin cuidar lo más mínimo los detalles que definen una buena casa rural. Son muchos años los que llevamos haciendo este tipo de turismo y sabemos de lo que hablamos. Viajamos en pareja, con la familia, con amigos,... y nunca nos habíamos visto en una situación como esta.
Como comentaba, los tres primeros días bien, buen descanso, fresquito por la noche, un bar donde comer en condiciones, Tasca Pedro, recomendable 100%, echamos hoy de menos su terracita,... pero todo se complicó cuando la familia del dueño invadió las dos casitas/apartamentos colindantes a la nuestra, suponemos que con motivo de las fiestas del pueblo. Mientras que estuvimos con otros inquilinos no tuvimos ningún problema. Pues bien, lo que había sido paz y tranquilidad se convirtió en el peor patio de vecinos chillones que he conocido.

De repente todo eran voces, golpes,... y ya cuando encendieron la barbacoa, previo aporreo por parte del dueño a nuestra puerta para que cerráramos la ventana porque se nos iba a meter el humo y nos iba a molestar, apaga y vámonos, no se puede parar en la casa como te enciendan la candela, además, como todo está muy junto y no tienes intimidad, tienes que aguantar a toda esa gente de cascadera debajo de tu ventana cerrada para su disfrute, para el disfrute del dueño y su familia. Para menor intimidad, nada más abrir tu puerta para salir, te los encontrabas con las puertas abiertas de sus casas comiendo de frente al pasillo y les saludabas y ni contestaban, nos hemos sentido como estorbando allí cuando los inquilinos éramos nosotros.

Pues hoy, 27 de Agosto de 2016, nos hemos vuelto para casa porque la situación era insostenible, teniendo pagado hasta el día 30. Anoche, cuando volvimos de cenar, otra vez estaban haciendo barbacoa, otra vez la ventana cerrada, y los estuvimos escuchando, porque las paredes son de papel, hasta las 2:00 de la madrugada. Pues esta mañana a las 8:45 horas estaban cantando a grito pelado "Esos ojos negros" de Duncan Dhu y pegando voces y golpes, los adultos, no los niños, sobre todo uno concreto que es el que nos ha deleitado con la serenata, ya creemos que intencionadamente. Hasta que no se han ido al río esta mañana, fijaros si se escucha todo que sabemos hasta donde iban hoy, hemos estado agobiados vivos, sintiéndonos encerrados en un sitio que habíamos pagado para descansar y disfrutar. Así que nos hemos ido, hemos llamado al dueño, nos hemos despedido educadamente y nos ha ofrecido pasar unos días más adelante para subsanar el entuerto, pero, sinceramente, no volvemos a este alojamiento ni invitados. Nuestro tiempo libre es escaso y muy valioso como para pasarlo incómodos. Recomendamos totalmente el pueblo, la zona y la Tasca Pedro donde nos han tratado maravillosamente. Y que conste que mi comentario no es para perjudicar al alojamiento, es para avisar a otros viajeros para que no tengan que vivir en su tiempo de ocio situaciones tan desagradables como esta.