Rafael Vilches
Sendero que termina en una bonita cascada
Es uno de los trekking más suaves que se pueden hacer en Boquete.
Transcurre por campos de labranza que se adentra en un sendero donde poder ver y oír varias especies de aves, incluso con suerte el escurridizo Quetzal.
Al final del sendero se llega a la cascada, un saldo de agua de unos 15 metros casi oculto entre la exuberante vegetación del entorno.
Quizás la cascada no es excepcional, pero si que merece la pena recorrer el sendero para llegar.
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