Brujas me embruja (imposible resistirme al juego de palabras)
Pongamos Brujas en perspectiva en el marco de un viaje a Bélgica.
Son muchos los motivos por los que Bruselas y la excursión con la que puedas combinar la visita a la capital en un fin de semana largo (véase Gante, Amberes o Brujas) me parecen una escapada de lo más recomendable. Son motivos sutiles y personales, que no tienen porque ser válidos para todo el mundo. Me explico.
Así como la capital y ciudad más grande de Bélgica no abandera un estilo de luces de neón que te deslumbre y es más bien una ciudad discreta y agradable (lo que muchos calificarían como una chica "simpática", que quizá no haga "girar cabezas" pero que esconde encantos que aguardan al ser que sepa apreciarlos), Brujas es todo lo contrario, la niña bonita, la que sí enamora a todos y levanta suspiros. Y servidora también sucumbió a sus encantos, como lo haría el 99% de la población mundial (y me quedo corta).