Casco Histórico

Desde luego, una visita totalmente obligada en Faro es dar un paseo por su casco histórico, llamado también Vila-Adentro, o Cidade Velha.
Si miramos un plano de la ciudad, la zona está claramente delimitada entre la ría Formosa y la Marina, la Rúa Francisco Manuel, la Rúa Misericordia y el Largo de San Francisco.

Está rodeado por las murallas y el Castillo, y cuenta con cuatro puertas de acceso, entre las que destaca como más importante el Arco da Vila.

Cruzar el Arco da Vila, es como entrar en otro mundo, viajando a través de siglos de historia, escuchando el eco de cascos de caballos sobre las empedradas calles, llenas de recovecos conectados por arcos, en otros tiempo llenas de gentes: Moros y cristianos de aquellos personajes destaca la figura del rey Afonso III, cuya estatua vigila el encanto tranquilo de la plaza que lleva su nombre.

El casco histórico,muy delimitado,nos transporta a otra época. Sin duda hay que recorrerlo y perderse por sus calles sin prisa. Si nos sorprende el atardecer hay que aprovechar sus luces y hacer fotos sin sentido ; -)

Guarda cierto parecido con la Muralla de la Macarena, en Sevilla. Es agradable pasear por dentro y recomiendo una tienda-taller de ceramicas del siglo XV en adelante y algunas del XII que esta ambientada con música mediaval y puedes ver al hombre del taller trabajar con las herramientas antigüas.
Agradable.

Calles empedradas, paredes encaladas, amplias plazas... un casco antiguo con mucho encanto.

Árbol en pleno casco histórico de Faro que resiste a la modernización.