Castillo de Azagala

El castillo de Azagala se encuentra en la finca que recibe el mismo nombre, se ubica en el termino municipal de Alburquerque, siguiendo la linde del majestuoso castillo que se encuentra en el mismo pueblo.
El castillo, ya abandonado, desprende una magia especial que se levanta a las orillas del pantano Peña del Aguila.
Es un construcción majestuosa que irradia belleza y misterio por todos los lugares,no hay nada mejor como perderse por sus habitaciones, escaleras, salas y su preciosa y larga galería con vistas al acantilado. Lamentablemente el castillo está cada vez mas derruido pero aun así es testigo de la historia y conserva su belleza.

Tras un largo y tortuoso camino (en coche), tras pasar varias porteras cerradas, cruzar riachuelos y sortear agujeros en el camino por fin llegamos al pie de la montaña donde se sitúa el Castillo de Azagala. Nos recomendaron no seguir con el coche pues la cuesta está en muy mal estado. La zona es preciosa, la típica dehesa extremeña y al final encuentras el embalse aunque todo se apreciaría mejor desde lo alto del castillo. Realmente merece la pena adentrarse en pleno campo para visitar el castillo, habitado años atrás (no muchos) y que guarda parte de su encanto medieval y su encanto un poco más moderno con reformas para que fuera habitable tales como un suelos, cocinas, baños. Al entrar te embarga una extraña sensación, como de que la gente que vivía allí tuvo que salir corriendo y dejó todo tal y como estaba. El tiempo y saqueos han hecho mucha mella pero aun se conservan viejos muebles, camas y hasta un billar. Las vistas desde las habitaciones son realmente impresionantes. Es una pena que no lo hayan cuidado más desde que lo abandonaron, ahora podría ser perfectamente un parador o un hotel de lujo si mejoraran mucho el acceso.

Pero cuidado difícil de subir y ganadería suelta.