Castillo de Bran

Proseguimos ruta hacia Bran, donde visitaremos el "Castillo de Drácula" o eso dicen. Un castillo construido por los sajones de Brasov, para defensa de paso entre Valaquia y Transilvania, de la amenaza de los turcos, hoy un museo.

Una leyenda que da mucho dinero, a costa de la figura de "Vlad Peles" el rey empalador, personaje de ficción "Conde Drácula" creado por Bram Stoker, el mito del vampiro.
No hay evidencias de que viviera allí, si parece que el empalador, visito la mazmorra en tiempo de los Otomanos.
Castillo que al terminarse la Primera Guerra Mundial, en 1920 paso a pertenecer a Rumanía.

CASTILLO DE BRAN – El Castillo del Conde Drácula, mitificado por los relatos y novelas del escritor Bram Stoker, el castillo sirvió para la inspiración de sus historias que más tarde fueron llevadas al cine donde se creó la gran leyenda.

El mito que es aprovechado profusamente a todos los niveles, desde los propietarios actuales del castillo que es visitado por cientos de miles de turistas cada año, hasta las tiendas de suvenires que se encuentran al pie del castillo, bares, restaurantes, hasta incluso discotecas del Conde Drácula. En realidad es un mito mundial, el mito del vampirismo.

El castillo de Bran está construido sobre una roca, en el pueblo de Bran, en el corazón de una región magnífica, de paso obligado si visitas Rumanía. El castillo de Bran es por cierto el más famoso de Rumanía. En verano, es un poco loco con la gente, y es mejor llegar temprano para aprovechar el lugar tranquilamente. Construido en el siglo XIII por los caballeros de la orden Teutónica, se juntó con la ciudad de Brasov, la capital administrativa que se encuentra a 30 kilómetros de ahí.
De grande importancia estratégica, comanda las montañas al sur de Bran, las carreteras que iban desde Brasov a Targoviste y a la región de Valachia. Mientras no parece que tenga nada que ver con Vlad Tepes, alias Dracula, el pobre príncipe cuyo enemigo había dejado correr el rumor que cortaba la cabeza a cualquier persona en su paso y se iba a pescar con las vísceras, se le asocia el castillo, y algunas anécdotas, de ahí su popularidad con los turistas.

Quien viaja a Transilvania no puede dejar de visitar Bran, situada en plenos Cárpatos transilvanos a unos 40 min. de Brasov, dirección Bucarest. Uno de sus principales atractivos es su castillo, famoso por ser considerado (erróneamente), ”El Castillo del Conde Drácula”. El castillo, que data del s.XIII-XIV se sitúa en lo alto de la ciudad, lo que hace que se vea imponente desde el momento en que empiezas a acercarte. En él, además de visitar las habitaciones que representan escenas de la vida de sus moradores, podemos encontrar una sala con herramientas de tortura.
En realidad este castillo nada tiene que ver con Drácula, ya que éste vivió algo más al sur del país en Poenari. Castillo del que quedan sus ruinas, pero desde el que merece la pena hacer el esfuerzo (1400 escaleras) y subir a contemplar las vistas.