Castillo de Íscar

Os recomiendo que realicéis la visita con guía porque es la única forma de poder conocer el significado que tienen cada una de las plantas.
La torre del Homenaje era el lugar en el que se protegía a los dueños en caso de ataque. La primera planta era el almacén, la segunda y tercera estaban destinadas a los militares y las dos últimas eran para los nobles, que tenían que estar allí encerrados mientras duraba el peligro. Al llegar a la quinta planta, se suele realizar una especie de teatro y te visten con los trajes de la época.
Pero lo más interesante de la visita es la terraza que hay en la quinta planta ya que desde aquí se pueden contemplar unas vistas increíbles de toda la tierra de campos.
Este castillo ha tenido muchísima importancia a lo largo de la historia y todo ello se explica durante la visita al mismo.
El castillo de Iscar se encuentra muy bien iluminado y, aunque no son frecuentes, se pueden realizar visitas por la noche. Otra de las actividades que se hacen en ocasiones es que los novios encargan el lugar para hacerse las fotos de la boda.

Según el guía, el castillo original podría datar del siglo IX, donde se tiene constancia de que Abderramán III pasó y destruyó este castillo y estas tierras en su intento de conquista de las tierras cristianas de la zona del Duero. Posteriormente, parece que durante la Reconquista ya se vuelven a tener noticias del castillo, aunque es en la Edad Media cuando de verdad el Castillo de Íscar tuvo su mayor solera. De hecho, el escudo que claramente se aprecia en la Torre del Homenaje lo mandó esculpir una de las familias de nobles que habitó en el castillo, la familia de los Zuñiga. Es también en esa época cuando se ampliarán los dominios de la originariamente defensiva y militar Torre del Homenaje, construyéndose diversos fosos, murallas externas, etc.

Aunque es una pena que haya permanecido en estado ruinoso durante muchos años, actualmente y desde hace más de una década es propiedad del Ayuntamiento de Íscar, quien ha realizado diversas tareas de restauración, obras que sin duda empiezan a dar sus frutos ya que en la actualidad parece que el castillo comienza a recobrar la importancia y majestuosidad que bien se merece una construcción de este calibre.

Considero muy recomendable adquirir la visita guiada al castillo (hay una "oficina" dentro del castillo, a mano derecha según entras por la puerta principal), en la que os explicarán de maravilla (al menos con nosotros lo hicieron...) la historia de la fortaleza y otros entresijos y detalles realmente curiosos. Además, tras la explicación inicial, te permiten pasear por todo el recinto y subir por tu cuenta a la Torre del Homenaje, hasta la mismísima azotea, desde donde las vistas y paisajes en el amplio horizonte son realmente alucinantes.

Las diminutas puertas y angostas escaleras y pasadizos por las que hay que pasar en la Torre del Homenaje son una pasada, por lo visto se construyeron así para dificultar la entrada de enemigos en el castillo, inteligente decisión. Destacar también las innumerables "mirillas en forma de cruz" de la muralla exterior que están construidas con esta extraña forma para poder disparar desde el interior del castillo con ballesta, dejando claro una vez más el origen defensivo-militar de la fortaleza.

Por último, dentro de la Torre del Homenaje, cabe mencionar la sala conocida como "El Conversadero", un rincón con una ventana abierta al horizonte que utilizaba el matrimonio de los Zúñiga "para pensar, conversar y tomar decisiones importantes", un sitio realmente mágico en el que los rayos de luz juegan caprichosamente con la oscuridad de esta sala de la Torre.

Sin duda alguna, un magnífico castillo con una magia y encanto especial que "transportan" al viajero hacia épocas inmemoriales.