Torre defensiva de 1643.
El Castillo Negro se empezó a construir en el año 1.641, como fortín defensivo y complementario al Castillo de San Cristóbal, que era el principal baluarte con que contaba la ciudad de Santa Cruz de Tenerife para su defensa. Conocido también como Castillo de San Juan, es una fortaleza ubicada en el litoral capitalino, en el lugar denominado Caleta de los Negros, cerca de la Ermita de Regla; entre el Parque Marítimo y el Auditorio Adán Martín de Tenerife. Su edificación concluyó en el año 1.643, gracias a la labor desarrollada por el Capitán General Luis Fernández de Córdoba y Arce. La fortificación está rodeada de agua oceánica y la parte batiente al mar sufre los embates de las olas, por lo que ha sufrido alguna reforma a lo largo de los años. El frente que vemos desde tierra presenta unos parapetos de estacas en la parte inferior, con foso. El acceso principal está a un nivel superior y protegido con un puente levadizo, accionado por cadenas. Originariamente no poseía los barandales actuales, ya que sería imposible subir la pasarela de madera. También se aprecian troneras para el posicionamiento de las unidades de artillería y dos minaretes en los extremos. Para entrar en el fortín debemos cruzar un puente de piedra de dos arcos y el portón de acceso a la escalera de la entrada principal. En la parte superior de dicha entrada se encuentra el Escudo de Armas. El frente de mar tiene forma semicircular, con una terraza superior abierta, con resguardos para la infantería y cañonera para las piezas de artillería. Los muros, de piedra, tienen un grosor de 1,5 metros. Su interior está compuesto de dos habitáculos, con una superficie de 47 metros cuadrados, aproximadamente.
